Foto: Jolle
Iglesia anexa al castillo de Escornalbou
El castillo de Escornalbou
El castillo de Escornalbou es una mansión señorial que junta monasterio con castillo, situado en el antiguo territorio de Escornalbou (derivado del latín Cornu Bovis, «el cuerno del buey») hoy Riudecanyes, en el Baix Camp.
Está situado en un rellano del cerro de Santa Bàrbara o de la Mola, a 649 m de altitud, a camino de los primeros contrafuertes de las sierras del Priorat, al extremo sur de la sierra de L'Argentera, vecina de la Mola de Colldejou.
Es un antiguo monasterio agustiniano, reconstruido, que no restaurado, a principios del siglo XX, concretamente entre el 1912 y el 1926, por el reusense Eduard Toda Güell (1855 - 1941), autor de artículos y de libros de historia, viajes y política, entre otros. Además, ejerció de diplomático en la China y de vice-cónsul en Macao, Hong-Kong y Shanghai. Posteriormente fue destinado en Glasgow, Helsinki, París, Bruselas y Londres, y, abandonada la carrera diplomática, todavía se dedicó unos años al comercio y la representación, como por ejemplo, la de las navieras Soto y Aznar.
El 1911, Toda adquirió el castillo de Escornalbou y el año siguiente inició la reconstrucción del montón de escombros que conformaban el conjunto histórico de Sant Miquel de Escornalbou y creó una importante biblioteca. Pero estuvo muy criticado en su tiempo, por haber hecho del lugar, una residencia señorial, sin mantener su rigor histórico.
El año 1926 cedió el castillo al obispado de Tarragona para seminario de verano, reservándose el usufructo. Dos años antes de morir, pidió 100.000 pesetas al obispado, por las obras hechas después de la cesión de Escornalbou, pero el obispado, el mismo año que murió Toda, vendió el castillo a Josep M. Llopis, comerciante de Reus. Antes de esto, Eduard Toda, pudo recuperar el importe del mobiliario y la biblioteca, formada por unos 60.000 volúmenes. Eduard Toda fue también el restaurador del monasterio de Poblet, donde murió, casi arruinado, en 1941.
Posteriormente, en la década de los setenta, el castillo pasó a manos de los propietarios del Banco Urquijo, hasta que a raíz de la presión popular, fue adquirido por un consorcio de la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Tarragona.
Foto: Lletres
A los pies del castillo de Escornalbou
Foto: SBA73
El castillo-monesterio visto desde Santa Bàrbara
