La ermita está espectacularmente colgada encima un trozo de roca rojiza
Foto: Tabalot
Foto: Maifotos
El viento y el agua han ido transformando las paredes de las cuevas
La Ermita de la Mare de Déu de la Roca
La Ermita de la Virgen María de la Roca es una ermita situada en Mont-roig del Camp (Baix Camp). Se encuentra en 294 metros sobre el nivel del mar, encima una roca muy erosionada.
La ermita es mencionada ya el 1230. Según la tradición la imagen original, destruida el 1936, había sido encontrada por un pastor bajo una palmera. La iglesia y la hostelería fueron rehechas después de la destrucción francesa del 1811. Parece que del 1439 al 1835 tuvieron cura los frailes de Escornalbou y una tradición no probada menciona un convento de benedictinos.
Encima la ermita de la Roca hay la capilla de Sant Ramon, encalada para servir de guiaje a los marineros; la imagen del santo había sido encontrada a la mar y la primera capilla fue construida creca de 1826. Fue restaurada en 1902 por un grupo de mujeres de Mont-roig y los reusenses Miquel Herrero y Prudenci Anguera. Desde la capilla se domina una extensa y bella panorámica.
Leyenda del resbalón del rey moro
Este lugar lleva asociada una leyenda que se ha mantenido en el paso del tiempo: una vez había un rey moro que con su caballo, fue a la ermita de la Roca. Subió arriba de la ermita de Sant Ramon y robó el candil de plata que había. Bajó, entró en la iglesia y allí robó las joyas de la Mare de Déu. Mientras robaba, empezaron a salir nubes, estaba oscureciendo y se oían truenos y rayos. El rey salió a la plaza, subió al caballo y marchó, llevándose todo aquello que había robado. Pero el caballo al oir los truenos y rayos que no paraban, se desbocó, y cuando era en la "bajada del rey moro", resbaló, y caballo y rey cayeron abajo de un barranco hondo que hay al lado y allí murieron.
En esta bajada todavía se ven los resbalones del caballo. Hay quién dice que todavía se puede ver la silueta del rey moro y la del caballo, al otro lado del barranco; si no lo tapan las hierbas.
Desde aquí se puede ver como los campos de cultivo se extienden hasta el mar
Foto: Maifotos